
“Un revolucionario de la joyería”
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En 1947, la revista “Cosmopolitan” otorgaba al joyero Harry Winston el apodo con el que se le conocería durante toda su carrera: “Rey de Diamantes”.
Gemólogo innato con dominio absoluto de su oficio, recorrió el mundo en busca de los mejores diamantes y piedras preciosas para atender la demanda de su selecta clientela.
Harry Winston nació en Nueva York en 1896, de padres inmigrantes judíos procedentes de Ucrania. Su padre regentaba un pequeño negocio de joyería donde crecería nuestro protagonista y donde adquirió sus primeros conocimientos de gemología. Con doce años fue capaz de reconocer una esmeralda de dos quilates en una tienda de empeños, comprarla por 25 centavos y venderla por 800 dólares dos días después.
Su imperio joyero comenzaría en el año 1926 cuando adquiere la colección de joyas de Arabella Huntington por 1,2 millones de dólares. Esposa de un magnate del ferrocarril, poseía una de las colecciones de joyería más prestigiosas del mundo contando con piezas de joyeros de prestigio como Cartier. Cuando Winston adquiere la colección a la muerte de su propietaria, rediseña la mayoría de las piezas con un estilo más contemporáneo y único que caracterizaría sus diseños en joyería, convirtiendo su nombre en sinónimo de lujo y elegancia.
Winston revolucionó la joyería con sus técnicas y estilo innovador al centrarse más en destacar las gemas y no los montajes. Sus diseños parecían flotar casi sin metal visible, cambiando la estética tradicional de la época.
Pero no solo fue un revolucionario en cuanto a sus técnicas y diseños, sino que fue también pionero en sus técnicas de marketing. Winston fue el primer joyero que prestó joyas a las celebridades de la alfombra roja en la entrega de los premios Oscar. La actriz Jennifer Jones fue la primera en lucir sus piezas en la gala de 1944 creando así una tendencia que sigue hasta hoy y que establecería para siempre la conexión entre la alta joyería y la fama.
Harry Winston contó con una impresionante lista de clientes famosos, tanto estrellas de Hollywood como miembros de la realeza y la aristocracia. Algunas estrellas de la pantalla que lucieron sus piezas fueron Katherine Hepburn, Audrey Hepburn, que lució sus joyas en varios eventos importantes, incluyendo el estreno de “Desayuno con diamantes”, o Jennifer Jones que, como ya hemos comentado, fue la primera actriz en lucir sus joyas en una alfombra roja.
Pero la estrella de Hollywood que tuvo una relación más estrecha y mediática con nuestro joyero fue la actriz Elizabeth Taylor, con quien mantuvo una relación de amistad más que profesional. Winston engastó en un anillo de manera espectacular el famoso diamante Krupp de 33,19 quilates, que había sido adquirido por Richard Burton para la Taylor y que ésta luciría casi a diario. Este diamante que Burton adquirió en 1968 por 305.000 dólares fue subastado tras el fallecimiento de la actriz en 2011 por la casa Christie´s, alcanzando la cifra de 8,8 millones de dólares. Harry Winston no solo creó joyas para la actriz, sino que también influyó en su gusto por las piezas más extraordinarias del mundo.
También el “Rey de Diamantes” ha sido el elegido por muchos miembros de la realeza y la aristocracia a lo largo de su historia. La famosa Wallis Simpson, duquesa de Windsor y esposa del exrey Eduardo VIII, gran amante del lujo y las joyas, fue una de las clientas más notables de Winston, luciendo sus exquisitas piezas en múltiples ocasiones.
Entre las piezas más notables que la duquesa adquirió a través de Winston destacan:
- El diamante Mc Lean, de 31,26 quilates, que fue adquirido por la Sra. Simpson en 1950 y se convirtió en una de sus joyas más preciadas. La duquesa lo lució en diversas ocasiones hasta su muerte en 1986. Fue vendido en subasta el año 1987 por 3,15 millones de dólares.
- El corazón Windsor, un diamante amarillo de 47,14 quilates comprado por el duque de Windsor para la duquesa en 1951 para complementar otro diamante amarillo de su propiedad y engastarlo en un anillo. La piedra fue más tarde adquirida por Estée Lauder, que lo montó en un colgante y que, posteriormente, la familia Lauder donó en 2012 en ayuda de la Breast Cancer Research Foundatuion.
- Colgante de esmeralda de 48,95 quilates, adquirido por la duquesa en 1960 y que se cree que perteneció al rey Alfonso XIII de España. Podía usarse también como broche y se integró en un collar de Cartier.
La princesa Diana, el Sha de Irán o la maharaní de Jaipur también han sido clientes destacados del joyero y han contribuido a consolidar la reputación de Harry Winston como una de las casas de joyería más prestigiosas entre la realeza y la aristocracia mundial.
Como amante de las piedras más exclusivas, no podemos olvidar la faceta filantrópica del joyero y su interés por compartir con el resto de los mortales la belleza de alguna de las piezas más icónicas. En el año 1958 Harry Winston donó al Smithsonian Institution en Washington D.C., el famoso diamante Hope. De un color azul profundo, conocido por su supuesta maldición, Winston decidió donar la gema para asegurar que el público pudiera disfrutarla y también, según algunos, para romper la mala suerte asociada a esta singular pieza. Envió el diamante por correo ordinario en una pequeña caja envuelta en papel marrón y, finalmente, llegó de manera segura al museo, donde continúa en la actualidad.
Tras su fallecimiento en 1978, Winston dejó la compañía a sus dos hijos, Ronald y Bruce, quienes comenzaron una guerra por el control de ésta que duraría una década. En el año 2000, Ronald, junto con su socio, la sociedad Fenway Partners, compró a su hermano Bruce su parte de la compañía por 54,1 millones de dólares.
Mas recientemente, el 26 de marzo de 2013, Harry Winston INC. fue adquirida por el Swatch Group de Suiza. La transacción incluía la marca y todas las actividades relativas a joyería y relojes incluyendo sus 535 empleados alrededor del mundo y la fábrica establecida en Ginebra.
Desde entonces, Nayla Hayek, presidenta de Swatch Group, también ocupa el cargo de presidenta y directora ejecutiva de Harry Winston.
Hoy en día la compañía opera con tiendas insignia en todo el mundo continuando su legado de proveer de las más exquisitas piezas de joyería y relojería del mercado, aunque ya sin miembros de la familia Winston involucrados en la gestión de la empresa.
Bibliografía
Harry Winston, el rey de los diamantes: un ícono de lujo y elegancia en la moda
Harry Winston, Inc. - Wikipedia
MONTE DE PIEDAD DE CAIXABANK