
“Conozcamos un poco sobre este particular uso de piezas de joyería”
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¿Qué son las joyas de luto?
Las joyas de luto son piezas diseñadas específicamente para ser utilizadas durante el periodo de duelo por la pérdida de un ser querido. Estas joyas, cargadas de simbolismo, no solo cumplían una función estética, sino que también representaban una forma tangible de recordar y honrar al difunto.
Orígenes y auge en la época victoriana
Aunque existen antecedentes en la Antigüedad —como en el Imperio Romano, donde se usaban anillos con inscripciones funerarias—, fue en el siglo XIX, especialmente durante la época victoriana, cuando las joyas de luto alcanzaron su máxima expresión. La reina Victoria del Reino Unido, tras la muerte de su esposo el príncipe Alberto en 1861, vistió de luto el resto de su vida y popularizó el uso de joyas negras como símbolo de dolor y fidelidad eterna.
Esta costumbre se extendió con rapidez por Europa, especialmente en Francia y otros países con una fuerte influencia aristocrática y también en América del Norte, donde, tras la Guerra Civil estadounidense (1861–1865), el uso de joyas de luto se volvió común entre las clases medias y altas.
Diseño, materiales y simbología
Las joyas de luto eran utilizadas tanto por mujeres como por hombres. En el caso de estos últimos, eran comunes los gemelos, medallones, relojes de bolsillo o anillos. Los anillos de luto eran especialmente populares y, en muchos casos, eran encargados por la familia del difunto y distribuidos entre los allegados más cercanos.
Los diseños solían ser sobrios, elegantes y cargados de simbolismo. Entre los motivos más frecuentes se encontraban:
- Lágrimas (representadas con perlas blancas o negras)
- Cruces (símbolo de fe y esperanza)
- Flores marchitas (como la amapola o el sauce llorón)
- Retratos en miniatura o cabello humano del difunto, insertado en relicarios o camafeos
En cuanto a los materiales, el más emblemático fue el azabache, una piedra orgánica fosilizada de color negro intenso y brillo aterciopelado, muy valorada por su belleza y simbolismo. También se empleaban ónix negro, ágata negra, obsidiana, hematites y vidrio negro o vidrio francés como alternativa más económica.
El uso de esmalte negro en las monturas era muy común, tanto por su accesibilidad como por la escasez de otros materiales negros. El oro y la plata eran los metales más utilizados, a menudo grabados con el nombre, la edad y la fecha de fallecimiento del ser querido.
Declive y reinterpretación contemporánea
Con el paso del tiempo, la práctica de portar joyas de luto fue perdiendo popularidad. A medida que las costumbres sociales evolucionaron, el uso de estas piezas comenzó a considerarse sombrío o incluso morboso. La sociedad del siglo XX, más orientada hacia la celebración de la vida que hacia la contemplación del duelo, fue dejando atrás esta tradición.
Sin embargo, en las últimas décadas ha habido un renacimiento del interés por las joyas de luto, especialmente en el ámbito del coleccionismo, la joyería artística contemporánea y el diseño emocional. Algunas marcas y diseñadores han reinterpretado esta tipología desde una perspectiva más simbólica y menos literal, creando piezas que celebran la memoria, el legado y la conexión emocional con los seres queridos.
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