La glíptica es el arte de realizar grabados en general y, en particular, en gemas o piedras duras. Las piedras preferidas para esculpir han sido, en su mayoría, ágatas (variedad del cuarzo) con una dureza de entre 7 y 7,5, ya que ofrecen una gran variedad de tonalidades.

Este arte comprende dos técnicas principales: el intaglio y el camafeo.

Orígenes de la glíptica

El origen de la glíptica se remonta al séptimo milenio antes de Cristo, cuando los babilonios grababan imágenes en piedras blandas como la serpentina y la turquesa para utilizarlas como amuletos.

A partir del año 2000 a.C., los egipcios desarrollaron esta técnica, primero creando joyas rudimentarias con piedras grabadas en anillos y, más adelante, tallando cuarzo y piedras preciosas más duras, como el rubí y el zafiro, con figuras de animales, entre ellas los conocidos escarabajos protectores. La forma del escarabajo se obtenía a partir de cantos rodados: bastaba dividirlos en dos o aplanarlos por un lado para lograr la silueta del Scarabeus sacer, símbolo sagrado en Egipto.

Los egipcios también realizaron representaciones de dioses que se usaban como collares. Con el tiempo, los motivos grabados fueron ganando complejidad.

Evolución histórica

La glíptica también destacó en el arte sumerio, con piezas cilíndricas de piedra caliza, mármol, alabastro o piedras preciosas, grabadas en su superficie exterior. Con el tiempo, la iconografía evolucionó hacia motivos geométricos y escenas de banquetes, héroes o seres fantásticos.

En Grecia y Roma se fabricaron camafeos con retratos de altos dignatarios, poetas, escenas mitológicas y motivos relacionados con la astrología. En la época romana, el grabado de piedras no se limitaba a la joyería: la gema grabada y estampada como sello era la única forma efectiva de firmar en una época en la que la escritura cursiva no estaba desarrollada. El sello era un distintivo personal o un emblema.

Los griegos y etruscos solían llevar anillos con gemas, costumbre adoptada por los romanos. Los principales artistas grabadores eran griegos, quienes trabajaban al servicio de Roma.

En la Edad Media, aunque la glíptica se extendió al ámbito heráldico, su desarrollo se detuvo. El grabado de piedras no recuperó impulso hasta el Renacimiento en Italia.

Hoy en día, la glíptica goza de gran consideración gracias a las modernas formas de creación artística. Algunas firmas de alta joyería, como Cartier, cuentan con talleres especializados en esta técnica. Cartier incorporó su taller en 2010, dirigido actualmente por Emilie Marques, alumna del maestro Philippe Nicolas, quien transmite su savoir-faire a nuevas generaciones.

Técnicas de la glíptica

La glíptica comprende dos técnicas distintas: el intaglio y el camafeo.

• Intaglio o entalladura (del italiano intaglio, en castellano entalle): consiste en tallar el motivo profundizando en la piedra. El grabado se realiza mediante un vaciado desde la superficie hacia el interior, simulando un negativo, con el objetivo de generar una imagen en positivo al presionar sobre una masa blanca. Esta técnica se utilizaba en sortijas con escudos y otros motivos que luego se reproducían al lacrar una impronta en relieve, siendo muy apreciada por la nobleza en la Edad Media.
• Camafeo (del latín camahutus y camaeus, “gema, piedra del anillo”): consiste en tallar la figura en relieve, sobresaliendo del plano de referencia hacia el exterior de la piedra. Se define como una figura grabada en relieve sobre piedra preciosa, cuyo fondo suele ser más oscuro que el motivo. Para elaborarlos, se emplean ágatas coloreadas en capas (calcedonias), desgastando la capa superior —generalmente más clara— para que aparezca la inferior, más oscura, logrando así efectos de claroscuro.

Aunque tradicionalmente se han usado piedras preciosas, en el siglo XVI se descubrió que las conchas de los cipreidos y los cásidos también eran adecuadas para tallar camafeos. Este hallazgo reavivó el arte, aunque muchos talleres despreciaron esta técnica, que hoy se conserva en dos ciudades: Idar-Oberstein (Alemania) y Torre del Greco (Italia). Estos camafeos son piezas únicas en las que el tallador aprovecha las imperfecciones de la concha para resaltar su belleza.

Materiales y herramientas

Del cincel utilizado en épocas pasadas se ha pasado a herramientas eléctricas que emplean polvo de diamante como abrasivo.

Actualidad

Actualmente se graba cualquier tipo de piedra, aunque predomina el ágata por su variedad cromática. También se utilizan ópalo, jaspe, malaquita, esmeralda y gemas más valiosas como rubíes y diamantes.

 

Bibliografía y enlaces de interés

Glíptica - Wikipedia, la enciclopedia libre

Allepuz Dressel, Pedro LA GLÍPTICA Y LOS CAMAFEOS | Huelva Insólita

Glíptica - EcuRed

https://grupoduplex.com/el-cameo-una-joya-muy-apreciada-en-italia/

 

MONTE DE PIEDAD DE CAIXABANK