OTRAS CURIOSIDADES

Joyas icónicas de la gran pantalla

15 de abril, 2025

Compartir en:

“Combinación de arte y glamour que no deja indiferente”

POST DESTACADOS

Las joyas no son solo adornos: son elementos que representan emociones, poder, amor y tragedia.

Las películas nos transportan a otros mundos y algunas de sus escenas quedan en nuestra memoria para siempre. Y en algunas de ellas aparecen joyas de gran belleza y significado.

Hacemos aquí un repaso de algunas de ellas.

El collar “Heart of the ocean” de “Titanic”

El collar conocido en la película como "el corazón del mar" no es una joya real.
Fue diseñado y elaborado exclusivamente para la producción cinematográfica por los joyeros Asprey y Garrard y actualmente se expone en un museo del condado de Cornualles.
Aunque este collar no exista en la vida real, está inspirado en una joya muy famosa: el diamante Hope (al cual le dedicaremos más tiempo en un post sobre joyas malditas).
Se hicieron tres collares para la película:
Collar original: Visto en la película, con una tanzanita azul en forma de corazón, rodeada de zircones cúbicos en oro blanco y una elaborada cadena.
Collar J. Peterman: Con un diseño similar, aparece brevemente en una escena. Fue comprado por J. Peterman Company por menos de 1.000 dólares, pero su paradero es desconocido.
Collar Asprey & Garrard: Creado tras el éxito del filme con un zafiro de 171 quilates y diamantes. Subastado por 1,4 millones de dólares en beneficio de causas benéficas y usado por Celine Dion en los Óscar de 1998.

Los diamantes de “Los caballeros las prefieren rubias”

“Diamonds are a girl’s best friend”, cantaba Marilyn Monroe en la película.

Una de las escenas musicales más famosas del celuloide. Y la actriz con un espectacular vestido rosa y una gargantilla de diamantes, dos pulseras y un anillo con un diamante conocido como The Moon of Baroda o La Luna de Baroda.

Se trata de un diamante amarillo canario de talla gota de 24,04 quilates. El peso en bruto del diamante fue de 25,95 quilates antes de ser tallado en su forma actual. Proviene de la India donde fue además cortado y facetado. El diamante perteneció durante 200 años a la familia real Gaekwad, Maharajas de Baroda. Se cuenta que el diamante fue enviado a la emperatriz María Teresa de Austria, pero tras un breve tiempo regresó a la familia Gaekwada.
Fue el Maharaja Sayajirao Gaekwada quién vendió el diamante en 1920, golpeado por la crisis que dejó la primera guerra mundial. El diamante fue expuesto en Los Ángeles en 1926. A partir de ese momento cambió varias veces de dueño y reapareció en 1943, cuando lo adquirió Meyer Rosenbaum, presidente de la Meyer Jewellery Company. Fue expuesto al público en 1944. Y fue el mismísimo Meyer Rosenbaum quien entregó en préstamo a Marilyn el diamante para el film y su posterior promoción.
¡Y luego el diamante Luna de Baroda desapareció! No se supo nada de él durante varias décadas. En abril de 1990 la gema fue subastada en Nueva York por importe de 2.970.000 dólares. El nombre de su nuevo propietario permaneció en el anonimato. A partir de allí solo aparecen réplicas del diamante en diferentes exposiciones.
En el 2008, golpe de efecto: el original Luna de Baroda hace su aparición en la exhibición “Diamonds Divas” en Amberes, en el “Antwerp World Diamond Centre”. Pero nadie conoce la identidad de su propietario. 

El collar de rubíes de “Pretty Woman”

Una pieza extraordinaria fabricada en oro blanco y diamantes con veintitrés rubíes en talla pera firmada por el joyero francés Fred Joaillier, FRED, valorada actualmente en más de medio millón de euros.

El collar, con diseño de corazón dentro de corazón, simboliza el momento en el que el personaje que interpreta Julia Roberts se transforma.

La firma FRED, en el año 2001, decidió reeditarlo y sacó al mercado una colección entera basada en ese collar, la colección Pretty Woman, teniendo como imagen de la joyería a la sobrina de la actriz.

El collar de diamantes de “Moulin Rouge”

Nicole Kidman interpretando a Satine lució un collar que fue diseñado por Stefano Canturi. Es la joya más cara que se había diseñado hasta la fecha para una película. Hecho en oro blanco con 1.308 diamantes que suman 134 quilates aproximadamente y un zafiro azul en el cierre. Fue hecho a medida para la actriz y el diseñador estuvo estudiando la Francia de finales del siglo XIX donde se ambienta la película para que la apariencia del collar fuera perfecta.
En el año 2001 la casa de subasta Christies anunció la salida a subasta de la pieza para deleite de coleccionistas, pero, a escasas horas del inicio de la puja, el diseñador, Canturi, no fue capaz de deshacerse de ella.
Su valor actual, más de tres millones de dólares.

El collar de perlas y diamantes de “Desayuno con diamantes”

Audrey Hepburn, un vestido negro de Givenchy y un collar de cuatro vueltas de ciento veinte perlas con un broche con diamantes en el centro y una tiara… La protagonista, Holly Golightly, lo luce mientras observa el escaparate de la famosa joyería neoyorquina Tiffany & Co.

Pero las joyas que llevó la actriz en la película eran bisutería creada por la firma americana Corocraft, con origen en el año 1901.

Para la posterior promoción la actriz sí que lució las joyas creadas para Tiffany & Co por Jean Schlumberger.

El anillo de compromiso de “Sexo en Nueva York 2”

En la escena de la segunda parte de la película en la que Mr.Big entrega el anillo de compromiso a Carrie ella le dice: “¿Por qué negro?”, y el responde: “Porque tú no eres como las demás”

Este anillo de compromiso hecho en oro blanco, con un diamante negro de cinco quilates y diamantes en pavé, nos recuerda que las joyas son únicas y definen nuestra esencia. Diseñado por Itay Malkin, dicen que la propia Sarah Jessica Parker participó en la creación del anillo.

Su valor actual, 10.000€.

El collar de ‘Ocean’s 8’

El collar “Jeanne Toussaint” que luce Anne Hathaway en la película es una réplica creada por Cartier de su collar original “Queen of Holland”, creada especialmente a medida para la cinta y la actriz, y cuyo nombre es un homenaje a la directora creativa de la firma en los años 30.

Para rehacer la pieza se usaron óxidos de circonio en oro blanco, en lugar de diamantes como llevaba el collar original, y emplearon ocho semanas de trabajo. Se replicó el collar original que data de 1931, especialmente para el Maharaja de Nawanagar, basándose en las fotos guardadas en los archivos de Cartier.

Así pues, joyas y cine, una combinación de arte y glamour que no deja indiferente.

MONTE DE PIEDAD DE CAIXABANK