GEMOLOGÍA

Cuarzos microcristalinos

05 de agosto, 2025

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“La segunda tipología del cuarzo”

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Para concluir con nuestra pequeña serie de tres artículos sobre el cuarzo, en este último vamos a ver con detalle los principales cuarzos microcristalinos y sus variaciones.

Para poneros en contexto recomendamos echar un vistazo a los dos anteriores, “El cuarzo” y “Los cuarzos macrocristalinos”.

En los cuarzos microcristalinos, la cristalización no es visible a simple vista, generalmente son opacos o translúcidos con una textura más homogénea y suelen tener colores más variados que los macrocristalinos, así como patrones complejos como bandas o vetas. Las variedades más comunes son las siguientes:

Calcedonia: es un tipo de cuarzo microcristalino, mezcla de cuarzo con moganita, cuyos cristales forman fibras en una matriz más o menos amorfa. Es luminiscente y suele aparecer en formas radiales, arriñonadas o arracimadas. Su color es muy variable dependiendo de las inclusiones que presente, pudiendo ser incolora, azul, amarillenta, rojiza, verde, parda…

Ágata: es un conjunto de variedades de calcedonia que presenta bandas de varios colores poco contrastados. Esta diferencia de colores aparece porque en cada zona varía la estructura y la cantidad y diversidad de las inclusiones. Estas bandas concéntricas de colores similares, opacos y translúcidos, recuerdan el corte transversal del tronco de un árbol. Normalmente se forman dentro de rocas volcánicas o sedimentarias huecas, que van rellenándose de fuera a dentro por las deposiciones de sílice, motivo por el cual en muchas ocasiones el centro de estas no está completo o es un material diferente, que normalmente es cuarzo macrocristalino.

Otras variedades de calcedonia o de ágata comúnmente reconocidas son el ónix (de color verdoso hasta negro con características bandas de color claro), la cornalina (de color anaranjado a rojizo), la crisoprasa (de color verde) y el heliotropo o sanguina (verde, pero con manchitas rojas).

Jaspe: es una variedad de calcedonia opaca y oscura, generalmente de color rojo, aunque puede presentarse también en amarillo, marrón o verde y, muy excepcionalmente, en azul. En ocasiones se pueden observar estos colores combinados. Durante el proceso de consolidación del jaspe aparecen patrones que forman flujos y patrones de sedimentación.

Ojo de tigre: es otra piedra natural con brillo sedoso en la que el cuarzo microcristalino adopta una estructura fibrosa. Presenta una mezcla de colores pardos y amarillentos.

Existen otras dos variedades muy similares conocidas como ojo de gato y ojo de halcón, en la que la disposición de estas “fibras” es diferente recordando en cada caso los ojos del animal que les da nombre. Estas tres piedras se caracterizan por su efecto óptico llamado chatoyance (o efecto “ojo de gato”) presentando rayas o reflejos que se mueven con la luz.

Silex: es una roca sedimentaria compuesta por una mezcla de materiales silíceos, como cuarzo en forma microcristalina y calcedonia, además de otros minerales. Es un material muy duro y resistente que tiende a romperse en lascas de bordes muy agudos y cortantes.

Lo mencionamos en este artículo dada la importancia que ha tenido en el desarrollo de la Humanidad al utilizarse como herramienta cortante desde la Edad de Piedra.

 

Y hasta aquí nuestra miniserie de artículos sobre el cuarzo.

Esperamos que hayan resultado de vuestro interés.

 

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