“Símbolo del Art Déco”
POST DESTACADOS
-
METALES PRECIOSOS
30 de septiembre, 2025
-
METALES PRECIOSOS
23 de septiembre, 2025
-
OTRAS CURIOSIDADES
23 de septiembre, 2025
-
METALES PRECIOSOS
16 de septiembre, 2025
A mil metros de altura, en el corazón del Jura del cantón de Vaud, se extiende el Valle del Joux. Allí encontraron refugio en el siglo XVI los hugonotes, antiguos calvinistas expulsados de Francia. Pronto desarrollarían sus industrias especializadas en el trabajo del metal y empezarían a perfeccionar los primeros mecanismos complicados: cajas de música, autómatas y mecanismos de relojería.
En el siglo XIX, los “Combiers”, como se llaman los habitantes del valle, ya habían adquirido las técnicas manuales necesarias para la fabricación de un reloj.
Hoy en día el Valle del Joux sigue siendo para muchos la patria de los mejores relojeros. De entre ellos, la familia LeCoultre ocupa un lugar particular.
En 1833 Antoine LeCoultre, ingeniero metalúrgico especializado en la fabricación de trenes de ruedas, crea su propia manufactura y consagra su talento al desarrollo de nuevos métodos de producción realizando bocetos de relojes y componentes de relojería de gran precisión. En 1888, la manufactura era la empresa más importante de la región. Esto se debía no solo al uso de maquinaria y a su extraordinaria capacidad de producción, sino a que empleaba a 480 trabajadores, tanto hombres como mujeres.
En 1900 ya habían creado más de 350 calibres, muchos de ellos con complicaciones, como cronógrafos y repetidores de minutos.
Los hijos de Antoine siguen el camino de su padre y en 1903 la sociedad comienza su relación con Edmon Jaeger, fabricante de cronómetros de Paris. Con la nueva denominación de Jaeger-LeCoultre la manufactura extiende su renombre y destaca como una referencia de la relojería suiza de alto nivel.
Haciendo un viaje a través del tiempo podemos destacar algunos de los hitos más destacados en la historia de la manufactura. Vamos a descubrir algunas de las fechas clave en la historia de Jaeger-LeCoultre.
1903
Es en este año cuando la firma realiza el reloj de bolsillo más plano del mundo, con un mecanismo de 1,38 mm de grosor, récord que no ha sido superado hasta el día de hoy. Fue seguido por otros mecanismos impresionantemente planos como el cronógrafo de 2,8 mm y el de repetición de minutos de 2,7 mm.
1925
Otro hito importante en los desarrollos de la casa se produce en 1925 cuando entra en escena el reloj Art Déco de LeCoultre con el mecanismo rectangular Duoplan en dos niveles.
Un invento que supuso una verdadera revolución industrial y con el que la firma pasó de ser un fabricante de movimientos y componentes a convertirse en una manufactura de relojes.
1929
Siguiendo en su línea de innovación e investigación, en 1929 LeCoultre trabaja en reducir el mecanismo de un reloj a un mínimo nunca alcanzado y consigue el calibre 101 que consta de 98 piezas para un peso del orden de un gramo: se trata del mecanismo mecánico más pequeño del mundo, producido aun actualmente.
1931
Poco después, ya en los años 30, el mundo sigue su evolución y, tras los trepidantes años 20, continua el frenesí creativo de la moda, el diseño, el arte y la arquitectura. Y es en el apogeo de la lujosa era Art Déco cuando en 1931 se crea el reloj “Reverso” de la maison. Un reloj de pulsera con el estilo de aquella época, de líneas sobrias y refinadas, pero robusto y sólido.
El Reverso nació de una necesidad práctica: durante un viaje a la India, un oficial británico rompió el cristal de su reloj jugando al polo. El empresario suizo Cesar de Trey propuso crear un reloj que pudiera resistir los golpes de este deporte. Así nació la idea de una caja reversible que protegiera la esfera.
El diseño fue obra de René-Alfred Chauvot, quien patentó la caja giratoria en 1931, la fabricación fue encargada a Jaeger S.A. y el movimiento fue provisto por LeCoultre.
Con una idea genial, los maestros relojeros de Jaeger LeCoultre construyeron la caja sobre un lecho que puede girar en 180 grados para, de esta forma, dar la espalda a los choques y así proteger su esfera.
El modelo se mantiene prácticamente invariable durante más de 70 años y es actualmente el único reloj que perpetúa la eterna modernidad del estilo Art Déco.
Patentado en París, el reloj ha sido copiado con frecuencia, pero nadie ha logrado igualarlo hasta ahora, sus imitaciones a menudo son tan malas que se las detecta a simple vista. Una copia perfecta sería más cara que el reloj auténtico.
La caja original del Reverso estaba tan bien diseñada que no necesitó ser modificada durante más de medio siglo. A partir de 1985 los avances tecnológicos permitieron la construcción de una versión mejorada de la caja, más adaptada a las necesidades del usuario moderno.
Otro de los grandes placeres que da el reverso es la posibilidad de girar su caja y poder admirar el segundo rostro del reverso. Este segundo rostro se ha visto adornado a lo largo de la historia de nuestro protagonista por magníficos trabajos de decoración realizados por los maestros grabadores o por miniaturas pintadas en esmalte, como los cincuenta relojes encargados por el Maharajá de Kapurthala, esmaltados con su efigie.
La caja reversible también ha sido decorada por piedras preciosas como diamantes, rubíes, esmeraldas o zafiros consiguiendo creaciones únicas desde el punto de vista artístico y técnico.
Durante las décadas 1930-1950 la popularidad del Reverso creció entre aristócratas, militares y artistas. Sin embargo, en los años posteriores a la Segunda guerra mundial, su producción se redujo, principalmente por la evolución en los gustos y preferencias.
Durante la década de los 70, el modelo prácticamente desapareció durante la crisis del cuarzo para, posteriormente, ser resucitado durante los años 80 como pieza de lujo clásica.
En 1991, en su 60 aniversario, se lanzó el Reverso 60éme, con complicaciones mecánicas, marcando una nueva etapa de relojes de alta gama dentro de la colección. Se abrieron nuevas perspectivas, con una caja de gran talla y un fondo de cristal de zafiro que permite admirar el mecanismo. A partir de ese momento fue posible indicar las funciones suplementarias del reloj en su segundo rostro e incluso transformar su anverso en una obra maestra.
En el momento de su creación, en el 1931, el Reverso proponía solamente una talla, pero hoy en día contamos con otros tres formatos: el Reverso Grande Taille, el Reverso Dame y el minúsculo Reverso 101, dotado como sabemos, del movimiento mecánico más pequeño del mundo.
Y, para concluir...
Debemos indicar que el Reverso es hoy uno de los relojes más reconocibles y apreciados del mundo de la alta relojería y sus modelos reflejan la rica historia y la continua innovación de Jaeger LeCoultre.
Bibliografía
Sitio web oficial de Jaeger-LeCoultre | Relojes de lujo suizos desde 1833
El Libro de la Manufactura. Jaeger-LeCoultre
MONTE DE PIEDAD DE CAIXABANK