RELOJES

Los misteriosos relojes Cartier: una mirada profunda

18 de marzo, 2025

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“El encanto insondable de los relojes Mystery Clocks”

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Los “misteriosos relojes” Cartier, Mystery Clocks, representan la encarnación de la elegancia atemporal y la maestría técnica. Deben su intrigante nombre al hecho de que la maquinaria está oculta y las agujas dan la impresión de flotar en la esfera, que suele ser de cristal o piedra transparente. Desde su concepción a principios del siglo XX, estos relojes han cautivado a la élite de la sociedad y a los amantes de la relojería con su diseño innovador y su ingeniería intrigante. Este artículo profundiza en la historia, la tecnología y el impacto cultural de los misteriosos relojes Cartier.

Orígenes y Evolución

Estas creaciones tienen su origen en una lejana y fructífera relación, que se remonta a 1912, cuando Louis Cartier, el visionario fundador de la marca, colaboró con el maestro relojero Maurice Couët para crear el primer “reloj misterioso”, hecho que ayudó a consolidar la reputación de Cartier como el fabricante líder de relojes joya.

Maurice Coüet provenía de una familia de relojeros, su abuelo trabajó para la casa Breguet en el siglo XIX. El joven Coüet se formó como aprendiz en el taller de su padre y, a partir de entonces, trabajó en el taller de Prèvost, una empresa que proporcionaba movimientos para Cartier. Se instaló en París en 1911 y se convirtió en el relojero exclusivo de Cartier.

Coüet se inspiró en el mago Jean Eugène Robert-Houdin, considerado por muchos como el padre de la magia moderna, para introducir el ilusionismo en sus creaciones y así incorporó la tecnología más avanzada en sus diseños, creando obras que consiguen fascinar aún hoy en día.

Este hito relojero, dio lugar primeramente al conocido como “Modelo A”, reloj que presentaba agujas flotantes las cuales parecían desafiar la gravedad. La innovación técnica detrás de este diseño revolucionario estableció a Cartier como pionero en el campo de los “relojes misteriosos”. Incorporando el uso de discos de cristal transparente, las manos giratorias se fijaron a engranajes ocultos dentro de las columnas de oro. Fue una interpretación ingeniosa de la relojería: minimalista pero muy art déco al mismo tiempo.

Con el tiempo, Cartier ha continuado refinando y mejorando su tecnología. Desde la introducción del Modelo A, la marca ha lanzado una variedad de modelos, cada uno con su propio giro único en la ilusión de las agujas flotantes. Estos relojes han evolucionado con el tiempo, incorporando nuevos materiales, movimientos y complicaciones relojeras sin perder su distintivo encanto.

Algunos ejemplos célebres de este tipo de piezas son:

El Belle Epoque 'Planet Semi Mystery Día y Noche', del año 1913, que cuenta con una esfera circular que contiene la inscripción en latín “HORAS NON NOTO NISI LUCIDAS” (No cuento las horas si no son brillantes), sobre esmalte guilloché azul. Además del esmalte también está compuesto por diamantes talla rosa, oro y una piedra de ágata. Fue vendido en una subasta de Christies en 2020 por un precio de adjudicación de 300.000 CHF.

El Portique Mystery Clock de 1923 y el Elephant de 1928, aúnan la técnica innovadora con la fascinación de la maison por las culturas orientales y los materiales exóticos.

El Portique tiene la forma de la puerta de un santuario sintoísta, con el reloj a modo de gong, y está rematado por un pequeño Billiken de cristal tallado, una figura con orejas puntiagudas que había sido patentada por un maestro americano y que era muy buscada en la época como amuleto de buena suerte. Fabricado en oro, platino, cristal de roca, diamantes talla rosa, cabujones de coral, ónix y esmalte negro, los ejes de transmisión están ocultos en las columnas.

El Elephant es otro ejemplo notable, con un elefante esculpido en jade, que sirve de base, con el reloj encapsulado dentro de una estructura en forma de pagoda. Elaborado con platino, oro, jade esculpido, ónix, diamantes, perlas, coral, nácar, cristal, esmalte negro, fue propiedad del marajá de Nawanagar.

La ingeniería detrás de los misteriosos relojes Cartier es un testimonio del ingenio humano y la precisión técnica. A diferencia de los relojes convencionales, donde las agujas están conectadas directamente al movimiento del reloj, en los Mistery Clocks las agujas están unidas a discos transparentes que son impulsados por engranajes internos. Estos discos están cuidadosamente diseñados para girar lentamente, creando la ilusión de que las agujas flotan en el aire.

Además de su ingeniería única, también destacan por su precisión y fiabilidad. Cada reloj se somete a rigurosas pruebas de calidad para garantizar que cumpla con los estándares más exigentes de la marca. Esta atención al detalle y dedicación a la excelencia han contribuido a la reputación impecable de la marca francesa en el mundo de la relojería de lujo.

Iconos de estilo y prestigio

Los Mistery Clocks son mucho más que simples instrumentos para medir el tiempo; son símbolos de estatus, elegancia y buen gusto.
Desde su introducción, estos relojes han sido codiciados por coleccionistas y amantes de la relojería de todo el mundo. Su diseño distintivo y su artesanía excepcional los convierten en piezas de conversación y objetos de deseo.

Su influencia se extiende más allá del mundo de la relojería. Han aparecido en películas, programas de televisión y eventos de la alta sociedad, consolidando su estatus como iconos de estilo y prestigio. Numerosas celebridades y figuras influyentes han sido fotografiadas luciendo estos relojes en ocasiones especiales, alimentando aún más su aura de exclusividad y glamour.

A pesar de su larga historia, siguen siendo relevantes en el mundo moderno de la relojería. La marca continúa innovando y lanzando nuevas interpretaciones de estos clásicos atemporales, utilizando materiales de vanguardia y tecnología punta para mantenerse a la vanguardia de la industria. Al mismo tiempo, Cartier sigue honrando su legado y tradición, manteniendo vivo el espíritu de los misteriosos relojes que cautivaron al mundo hace más de un siglo.

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