“Explorando la fascinación de los diamantes más famosos del mundo”
POST DESTACADOS
-
HISTORIA
29 de abril, 2025
-
GEMOLOGÍA
22 de abril, 2025
-
GEMOLOGÍA
22 de abril, 2025
-
OTRAS CURIOSIDADES
15 de abril, 2025
El diamante es una de las piedras preciosas más bellas y cotizadas del mundo, además de ser una de las más valoradas en el sector de la joyería. Se incluye en una multitud de piezas que adquieren gran valor.
La fascinación que ha provocado en la humanidad desde hace siglos ha contribuido a escribir la historia, provocando en ocasiones traiciones, conquistas y guerras, dejando la reputación de esta gema en entredicho debido a la violencia asociada con el deseo de poseerla.
La narrativa de los valiosos diamantes tiene su origen en la India.
Hasta el hallazgo de diamantes en Brasil en 1725, la mayoría de estas piedras preciosas provenían de la India. En los lechos de los ríos y minas se encontraron algunas de las gemas más significativas, piedras de un valor incalculable capaces de otorgar poder y, paradójicamente, de hasta llevar a la ruina a sus poseedores.
Entre los diamantes más famosos del mundo destacan: el diamante Koh-i-Noor, el Darya-i-Noor, el Hope, el Orlov, el diamante amarillo de Tiffany, el diamante Dresde, el Sancy, el NassaK, el Cullinan I y V, el Regente y el Taylor-Burton.
Con este artículo iniciamos una serie en la que hablaremos de todos ellos, comenzando por el diamante Koh-i-Noor.
Su nombre significa "montaña de luz" en persa. Está considerado uno de los diamantes más famosos y controvertidos del mundo, con una historia muy antigua que mezcla mito y realidad, y también luchas entre diferentes gobernantes hindúes, mogoles, persas, afganos, sikhs y británicos por apoderarse de él.
Ilustración diamante Koh-i-Noor
Existen contradicciones sobre la historia de este diamante: algunos afirman que hay referencias a él en textos mesopotámicos del 3000 a.C., mientras que otros historiadores lo ubican por primera vez en 1304.
Según el libro Koh-i-Noor (Bloomsbury, 2017), escrito por William Dalrymple y Anita Anand, la historia de este diamante se remonta a posibles menciones en el siglo XVI.
Tiene su origen en la India, extraído de la mina Kollur, en la región de Guntur, ubicada en el antiguo reino de Kakatiya, lo que ahora es el estado indio de Andhra Pradesh, una de las regiones diamantíferas más antiguas del mundo y famosa por ser la única productora de diamantes del planeta hasta 1730, cuando se descubrieron minas de diamantes en Brasil.
En sus primeros años fue propiedad de los poderosos reyes Kakatiya, pero con las nuevas dinastías su historia cambió de rumbo. En el año 1323 el Sultanato de Delhi avanzó hacia el reino Kakatiya.
Después de varios ataques derrotaron al reino Kakatiya, saqueando la capital Orugallu, y cargaron oro, diamantes, perlas y marfil que fueron llevados a Delhi en elefantes, caballos y camellos, incluyendo el Koh-i-Noor.
Así, el diamante pasó a formar parte de los tesoros del Sultanato de Delhi, con menciones a él en las memorias de Babur, el primer emperador mogol, que lo cita en 1526. Aunque el nombre Koh-i-Noor aún no se usaba, Babur es quien nombra por primera vez lo que probablemente sea este mismo diamante, conocido entonces por otros nombres.
Fue colocado por el emperador mogol Shah Jahan, famoso por construir el Taj Mahal, en su trono, en el palacio de Agra. Según la leyenda, su hijo, al encarcelar a su padre en el Fuerte de Agra, colocó el diamante cerca de una ventana para que Shah Jahan pudiera ver el Taj Mahal solo a través del reflejo en la piedra.
En 1739, durante la invasión del emperador persa Nadir Shah, el diamante fue saqueado junto con el Trono del Pavo Real en Agra y Delhi. Se dice que Nadir Shah exclamó "Kooh-i-Noor" (¡Montaña de Luz!) al obtener la joya, nombre que hasta entonces no se había utilizado.
Tras su asesinato en 1747, el diamante pasó por diferentes manos de gobernantes afganos y, finalmente, en 1830, Shah Shuja, el depuesto gobernante de Afganistán, huyó con el Koh-i-Noor y lo entregó al Maharaja Ranjit Singh de Punjab a cambio de su ayuda para recuperar el trono de Afganistán.
En 1839, el Maharaja Ranjit Singh deseaba que el diamante fuera llevado al Templo Jagannath en Orisa, pero tras su muerte en 1839, los británicos no cumplieron su última voluntad. El 29 de marzo de 1849, Punjab fue anexado al Imperio Británico, y en el Tratado de Lahore se estipulaba que el Koh-i-Noor sería entregado a la Reina Victoria.
A partir de ese momento, el diamante fue tallado para reducir su peso, que actualmente es de 105,6 quilates. Desde 1901, el Koh-i-Noor ha estado en la corona de la Reina Consorte del Reino Unido, una pieza de joyería que se utiliza en las ceremonias de coronación, y actualmente se encuentra en la Torre de Londres.
Hoy en día, el Koh-i-Noor es uno de los tesoros más codiciados del mundo, pero también uno de los más disputados, ya que India, Pakistán, Afganistán y los sikhs de Punjab han reclamado su restitución, argumentando que fue tomado injustamente durante la época colonial. El Reino Unido, sin embargo, sostiene que el diamante fue adquirido legalmente y que sigue siendo una pieza fundamental de su patrimonio. Es un símbolo de la corona británica, pero también un recordatorio de la compleja historia colonial y las tensiones que aún persisten en torno a la propiedad de las joyas saqueadas.
MONTE DE PIEDAD DE CAIXABANK