“Uno de los símbolos más representativos del matrimonio y del amor”
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Las alianzas encarnan la unión, el compromiso y el amor entre dos personas que deciden unir sus vidas y compartir su futuro juntas.
Un anillo es, en esencia, un círculo perfecto, sin principio ni fin, y representa la eternidad y la fidelidad de la pareja.
Su origen se remonta a miles de años atrás y, a lo largo de su historia, ha ido evolucionando su significado y su diseño.
Hoy en día existen tantos estilos de alianzas como parejas, pero se trata de uno de los elementos que están presentes en la inmensa mayoría de los matrimonios, ya sean religiosos o civiles.
En este artículo vamos a descubrir cuales fueron los inicios de esta tradición milenaria, curiosidades y cómo ha ido evolucionando su significado, diseño, materiales, etc.
Esta tradición se inicia con los antiguos egipcios, que fueron los primeros en usar anillos para sellar su unión hace más de 5000 años. Creían que el dedo anular de la mano izquierda tenía una vena que conectaba directamente con el corazón, llamada vena “amoris”. Por eso colocaban en ese dedo un anillo hecho de papiro, caña o hierro, como símbolo de su amor inmortal. Es cierto que el origen exacto es difícil de concretar porque algunas fuentes se contradicen, pero ésta es la historia más extendida y que más peso tiene.
Los griegos y los romanos continuaron esta costumbre, aunque el ritual fue variando a lo largo de los años. Éstos le dieron un sentido más práctico y legal. En este caso la mujer era la única que lucía su anillo y era símbolo de que pasaba a ser propiedad de un hombre (su padre) a serlo de otro (su marido). Este anillo solía ser un sello con el nombre o el escudo de la familia del esposo. De hecho, las antiguas romanas recibían dos anillos de boda, uno de hierro y otro de oro. El primero lo utilizaban dentro de su hogar, a diferencia del segundo, que lo mostraban en público para impresionar a la gente.
La elección de estos dos metales obedece a diferentes expresiones. Mientras que el hierro fue escogido por simbolizar fuerza y durabilidad, el oro se usaba como símbolo de riqueza.
Los anillos de boda de oro llegaron a ser especialmente importantes a partir de los siglos III y IV d. C. A lo largo de este período fueron volviéndose cada vez más elaborados, como muestra de riqueza, así como de la habilidad del artesano.
El tipo más habitual de anillo de matrimonio romano era el anillo “fede”, con un diseño en el que aparecían dos manos entrelazadas.
Con el cristianismo, el anillo adquirió un valor religioso y sagrado. El Papa Nicolás I, en el siglo IX, estableció que el anillo debía ser de oro, para simbolizar la pureza y la nobleza del matrimonio. Es cierto que inicialmente la iglesia veía las alianzas como un elemento pagano por su ostentosidad y, por este motivo, establecieron que las alianzas simplemente fueran un círculo de oro. Además, el anillo se bendecía en la ceremonia nupcial.
En la Edad Media, se les adornó con piedras preciosas, especialmente con diamantes, que representan la fortaleza y la durabilidad del amor. El diamante también se asociaba con la perfección y la luz divina y se creía que tenía propiedades mágicas y curativas. En esta época fue también cuando se usó por primera vez el anillo de compromiso. En este caso, fue el archiduque Maximiliano de Austria quién le regaló uno a María de Borgoña en 1477, previo a su unión matrimonial.
Del mismo modo, entregar el anillo de promesa manifiesta un compromiso previo al matrimonio. A partir de ese momento se habla de fidelidad, lealtad y entrega hacia el ser amado. Éste ha sido un gesto extendido hasta la actualidad, en el que, durante el noviazgo, es el hombre habitualmente quien lo regala a la mujer. Normalmente suele ser un anillo de oro u oro blanco con una piedra preciosa incrustada, generalmente un diamante, aunque cada vez es mayor la variedad, usándose diferentes tipos de anillos, como medias alianzas de diamantes.
Durante el Renacimiento (del siglo XV al XVI), se escribían versos de poemas en el borde exterior de las alianzas y, con el paso del tiempo, se fueron convirtiendo en frases más íntimas que se escribían en el interior. Este cambio, más allá de una moda, nos marca un cambio de mentalidad de la sociedad, pasando de ser matrimonios de conveniencia a matrimonios donde existía el amor verdadero.
En la actualidad, el anillo de boda se ha diversificado en formas, materiales y estilos. Se pueden encontrar alianzas de oro, plata, platino, acero, madera… También se pueden personalizar con grabados, relieves, incrustaciones, etc.
Algunas parejas optan por unas alianzas que tengan algún elemento que las identifica, como una huella digital, una imagen partida que encaja entre las dos alianzas, una fecha, una frase, etc.
Lo que no ha cambiado es el significado profundo de las alianzas, que siguen siendo un símbolo de amor, compromiso y fidelidad entre personas que se eligen para compartir sus vidas. Las alianzas son una promesa de respeto, apoyo y lealtad, que se renueva cada día con el gesto de llevarlas puestas.
Las alianzas son, en definitiva, una expresión de la felicidad de haber encontrado a alguien con quien quieres compartir tu vida.
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