“Arte sacro y joyería”
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La custodia de la Catedral de Toledo es una de las obras maestras del arte sacro en España y una de las piezas de orfebrería más relevantes a nivel mundial. Su complejidad estructural, riqueza simbólica y exuberancia gemológica la convierten en un objeto de estudio tanto para historiadores del arte como para gemólogos.
Estructura y evolución histórica
La custodia está compuesta por tres cuerpos principales, realizados en distintas épocas y por diferentes artistas:
Custodia portátil (1495–1499): atribuida al orfebre Jaime Aimeric, esta pieza fue propiedad de Isabel la Católica. Está elaborada con 16,9 kg de oro y alcanza una altura de 98 cm. Su diseño gótico tardío destaca por la delicadeza de sus formas y la profusión de gemas engastadas.
Custodia de asiento (1505): encargada por el Cabildo de la Catedral de Toledo al maestro Enrique de Arfe, esta estructura monumental envuelve la custodia portátil. Está realizada en plata dorada y plata, con un peso de 18 kg de oro y 183 kg de plata, y una altura de 2 metros. Su estilo renacentista incorpora elementos arquitectónicos y escultóricos que refuerzan su carácter procesional.
Peana de los ángeles (1741–1742): obra del platero toledano Manuel de Vargas Machuca, siguiendo diseños del escultor Narciso Tomé, esta base de plata y bronce dorado está sostenida por cuatro ángeles y sirve de soporte para las dos custodias anteriores. Es el elemento que permite su exhibición durante la procesión del Corpus Christi de Toledo.
Gemología aplicada: análisis de las gemas
La custodia destaca por su impresionante colección de gemas, muchas de ellas de origen antiguo, con tallas irregulares que podrían remontarse a épocas visigodas o romanas.
Custodia portátil de Isabel la Católica
- Zafiro estrella de talla cabujón irregular (coronamiento superior), aprox. 140 ct.
- Palomar: 5 espinelas rosas, 1 zafiro, 418 perlas.
- Cornisa del segundo piso: 5 zafiros (7–10 ct), tallas variadas.
- Base del templete: 6 esmeraldas, 6 granates grosularia.
- Cruz del viril: 116 diamantes (pieza moderna, sustituida en el siglo XX).
- Viril circular: 50 rubíes, 47 esmeraldas, 2 vidrios verdes, 98 perlas.
Custodia de asiento
- Cruz de remate: 2 esmeraldas, 65 perlas.
- Peana de la cruz: 2 esmeraldas, 2 zafiros.
- Tercer cuerpo de coronamiento: 5 cuarzos.
- Peana del Niño Jesús: 1 granate rodolita (11 ct), 1 zafiro antiguo (44,5 ct), 4 cuarzos incoloros montados sobre talcos.
- Clave de la bóveda: 3 esmeraldas colombianas (50–65 ct), 3 granates, 18 cuarzos
- Base del templete: 3 esmeraldas de excepcional calidad (16–25 ct), con saturación máxima y escasas inclusiones.
Valor artístico y gemológico
La combinación de gemas preciosas de alta calidad con otras de menor valor, como los granates junto a esmeraldas excepcionales, refleja tanto la evolución estética como la disponibilidad de materiales en distintas épocas. Este contraste también puede interpretarse como una expresión simbólica de humildad y magnificencia coexistiendo en una misma obra.
La custodia no solo es un objeto litúrgico, sino también un testimonio histórico, joya arquitectónica y archivo gemológico. Su conservación y estudio permiten comprender mejor la evolución del arte sacro, la orfebrería española y el uso de gemas en contextos religiosos.
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