INVERSIÓN

Invertir en oro físico

04 de marzo, 2025

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“Descubre las reglas básicas de este tipo de inversión”

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Es difícil explicar la sensación que tiene una persona al tener en sus manos un lingote o una moneda de oro puro.
Un objeto pequeño, de tanto valor económico y un peso superior al esperado con un material que brilla y no deja indiferente a nadie.
No es casualidad que algún famoso pato de ficción se rodeara de monedas y lingotes de oro en su caja fuerte y que uno de los grandes banqueros de la historia, JP Morgan, dijera: “El oro es dinero. Todo lo demás es crédito”.
Las grandes fortunas siempre han atesorado oro. Sí, oro físico y no oro papel. Y, es más, han conservado su oro custodiándolo en distintos países para diversificar el riesgo geopolítico.
Pero los pequeños inversores, ¿cómo debemos comprar oro físico?
Debemos seguir las mismas reglas que en cualquier inversión:
Riesgo, rentabilidad y liquidez.
Y muchos inversores, con buen criterio, añaden una cuarta: fiscalidad.
De estas premisas nacen los consejos a seguir.

Riesgo

Comprar en un lugar que sea 100% de confianza. No pueden existir dudas. Es la regla más importante.
Se han de adquirir monedas y lingotes de oro de refinerías y distribuidores de prestigio. Las casas de la moneda de cada país son una buena referencia. En España tenemos la tienda de la FNMT (Fábrica Nacional de Moneda y Timbre).

Una buena referencia es comprar piezas con sello de calidad de refinerías Good Delivery (marca perteneciente al LBMA). 

Dentro de la regla “Riesgo”, se debe contemplar también la de “Seguridad”: una vez comprada la pieza es fundamental guardarla en un lugar seguro. No es un buen consejo atesorar oro en los domicilios. Como dice el refrán, “Secreto compartido… secreto perdido”. Una opción conveniente es depositarlo en un lugar de confianza. Y podremos dormir tranquilos, que esto sí que no tiene precio.

Rentabilidad

Al comprar oro físico estaremos sometidos a los riesgos de fluctuación del metal.
Si queremos tener una aproximación histórica de la revalorización del oro podemos tomar como referencia inicial el fin del patrón oro en 1971 (35$/onza) y, como valor final, el precio a febrero de 2025 (2900$/0nza).
Con estos datos y aplicando la fórmula del crecimiento anual compuesto obtenemos una rentabilidad del 8,52%.
Si queremos tomar la referencia del inicio del patrón oro en 1944 (35$/onza) contra el valor actual (2900 $/onza) la rentabilidad se reduciría a un 5,60%.
Pero recordemos que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.

Cuando compramos oro se ha de tener en cuenta ajustar el precio de contado “spot” (XAU/USD – XAU/EUR) con el precio de venta. Este precio lo podemos seguir en muchas webs. Dejamos algunas de referencia: investing.com , goldprice.org y kitco.com.

Siempre existirá una prima o “premium”, ya que quien vende incurre en unos gastos y riesgos que debe cubrir, además de su beneficio. Reducir la prima aumentará nuestra rentabilidad futura.
Es habitual que los sitios de prestigio y seguros actualicen constantemente el precio al tipo spot. Bien cada día o, incluso, cada 5 minutos.
Las reputadas casas de subasta acostumbran a dejar un buen margen respecto al precio spot para que los licitadores tengan alicientes para acudir a la subasta.

Liquidez

Esencial: encontrar un equilibrio entre la prima pagada y el peso de la pieza.
Lo normal es que, a mayor peso, menor prima, ya que en una pieza concentramos una cantidad elevada y el coste de manipulación - fabricación de la pieza será casi el mismo para una pieza grande que una de menor tamaño.
Aunque la liquidez y posibilidad de fraccionamiento que nos pueden proporcionar las piezas pequeñas supone un coste adicional que muchas veces se verá compensado si debemos desprendernos del oro comprado. Llegados a este punto, cada persona debe tener claro la finalidad de su inversión y las posibles necesidades de venta futuras.
 

Fiscalidad

Tras la adquisición, es fundamental guardar la factura o documento que justifique la compra.
Es fundamental poder justificar la trazabilidad de nuestras compras y ventas ya que el oro físico también está sujeto a tributación.
Es interesante tener en cuenta lo que avanzamos en otro artículo de nuestro blog en referencia al trato especial de la compra de oro inversión, tema que también se desarrolla en el blog de CaixaBank

Y, una vez que hemos encontrado el lugar ideal para realizar la compra, cómo custodiarlo y tenemos claro el horizonte temporal de nuestra inversión, nos surge el fundamental dilema: ¿monedas o lingotes?
No hay una respuesta exacta, además de existir un componente personal que puede influir para decantarse por una u otra opción. Aunque aquí expondremos algunas orientaciones que esperamos te puedan ayudar a escoger mejor y en futuros artículos prometemos profundizar en el tema.

Los lingotes simbolizan la inversión en oro por excelencia. Su prima de compra acostumbra a estar más ajustada al tipo spot que las monedas, ya que los costes de fabricación son menores. Las ventas de lingotes suelen ser de mayor peso, aunque se pueden encontrar de cualquier peso.

Casi la totalidad de los lingotes son de 24K, 99,9% de pureza o 999 milésimas.

Es habitual vender los lingotes empaquetados en splits de plástico para su mejor conservación e, incluso, algunos incorporan códigos QR para verificar la autenticidad de la pieza conectándose a la web de la entidad vendedora. Sin embargo, cuando alguien quiere comprobar la autenticidad del oro siempre deberá desprecintar el lingote y realizar las pertinentes pruebas para corroborar que efectivamente se trata de oro.

En el otro bando tenemos a las monedas de oro, que son la representación clásica del dinero.
Existe una mayor diversificación de monedas: por países, pesos, tipos, etc.

Es muy habitual que las fábricas de moneda de cada país emitan monedas con características del país, sus reyes o mandatarios, sus símbolos, etc. Es innegable que la variedad, el colorido, pesos… las convierten en pequeñas obras de arte de gran valor.
Las monedas son en general de 21,6k, 22K y 24K, generalmente dependiendo del país y de su finalidad. Las más antiguas acostumbran a tener un quilataje menor, ya que eran utilizadas para realizar pagos y, como hemos visto en otros artículos, el oro es muy dúctil y, si se pretende un uso frecuente, mejor que esté mezclado.
Las que se realizan actualmente acostumbran a ser de 24K, ya que están destinadas a la inversión.
Las monedas son en general más difíciles de falsificar, pero, a pesar de ello, las falsificaciones son frecuentes y debemos extremar la precaución.

Nuestro consejo: monedas y lingotes son la mejor manera de invertir en oro físico y dependiendo de la finalidad recomendaremos una opción u otra. En cualquier caso, lo más adecuado quizás sea empezar con una pequeña compra y adentrarse poco a poco en el fascinante mundo del oro.

 MONTE DE PIEDAD DE CAIXABANK