“Importancia del oro a lo largo de la historia, sus características, formas de obtención y otros datos de interés.”
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Por todos es conocida la relevancia e importancia del oro en la sociedad, tan deseado por tantos y origen de no pocas disputas a lo largo de siglos y milenios, desempeñando un importante papel en la historia y siendo un valor reconocido por todas las naciones, culturas y facciones políticas.
De signo Au en la tabla periódica, forma parte del grupo de los metales nobles (oro, plata, platino, paladio, rutenio, iridio, osmio y rodio), los que no reaccionan químicamente con otros compuestos, hecho que les convierte en muy resistentes a la oxidación.
Dejando lugar a pocas dudas, el oro sería el más relevante de ellos. El más noble entre los nobles.
Pero, a parte de su “nobleza”, ¿qué es lo tiene este metal que haya propiciado su eterno idilio con la humanidad?
No trataremos de desgranar todos los motivos, puesto que son tantos, que casi con toda certeza nos dejaríamos multitud. A menos que escribamos una novela al respecto, que, de momento, no es la intención.
Pero he aquí algunas pinceladas.
Atribuyéndosele en algunas teorías un origen cósmico, casi místico, surgiendo tras la colisión de estrellas de neutrones, es ya en la antigüedad, cuando, gracias a sus particulares cualidades como su bello color, resistencia a la corrosión, maleabilidad y ductilidad, cautivó a la práctica totalidad de las antiguas civilizaciones. Cualidades que hicieron que la importancia del oro perdurara a lo largo de los siglos.
Todo ello, unido a su escasa disponibilidad, provocó que el uso del oro en la antigüedad estuviera muy ligado a los altos estamentos y poderosos.
Reyes, faraones, emperadores, nobles, sumos sacerdotes… y, acompañándolos, el oro, ¿cómo no?, símbolo del poder real, representación de lo divino.
Y como anécdota, Midas. Antiguo y mítico rey griego con una virtud legendaria que cualquiera envidiaría.
Todo lo que tocaba se convertía en oro. Pero, más que una virtud, fue una maldición.
Aunque dejamos a un lado mitos y leyendas.
El oro fue usado en diferentes ornamentos entre las clases dominantes. Distintas joyas (incluidas las coronas reales), armas personales, instrumentos ceremoniales fueron solo algunos de los usos de este metal precioso. Y, por supuesto, no olvidemos las monedas, con las que nos extenderemos más adelante.
Con el devenir de los tiempos, este cada vez más preciado material, fue aumentando su oferta, por lo que se extendieron sus usos y alcanzaron a clases más terrenales y “plebeyas”, sobre todo tras la colonización de América y África y, más adelante, con los avances en las técnicas de obtención y extracción.
Tal ha sido la evolución de su influencia e importancia, sobre todo a nivel económico y financiero, que actualmente es considerado el valor refugio por excelencia ante las no pocas crisis inflacionarias y de depreciación de divisas, por lo que los Bancos Centrales hacen lo posible por mantener bien surtidas sus reservas de este metal.
Un acontecimiento destacable, para hacerse una idea de la importancia del oro, es el establecimiento del Patrón Oro, sistema por el cual el dinero emitido por los diferentes Bancos Centrales guarda relación con las reservas de oro de las que dispongan.
Este sistema funcionó de una forma más o menos extendida e intermitente desde el siglo XIX, pero aparcado en épocas como en la I Guerra Mundial y los años posteriores o durante la Gran Depresión, donde las principales potencias estaban carentes de “dinerito fresco” y el sistema Patrón Oro les limitaba el endeudamiento.
Finalizada la II Guerra Mundial, y tras los acuerdos de Bretton Woods de 1944, se volvió a un sistema, digamos “intermedio”, que podríamos definir como Patrón Cambio Oro - Dólar, donde la divisa estadounidense sería la que marcaría el patrón de convertibilidad del resto de divisas, pero a su vez, ésta debía seguir manteniendo una relación con el oro disponible en la Reserva Federal (35$ = 1 onza de oro). Sistema que acabó siendo abandonado definitivamente en 1.971, durante el mandato de Nixon, con la guerra de Vietnam de fondo y un considerable déficit comercial de la entonces indiscutible principal potencia mundial.
El problema surge cuando EEUU emite una deuda excesiva (y, por ende, más $) para sufragar la guerra de Vietnam y algunos países, como Francia y Suiza, dudan de que estén cubriendo esos dólares con oro, por lo que solicitan a la Fed convertir en oro una gran cantidad de dólares de sus reservas.
Y, finalmente, si tuviéramos que indicar un día en concreto en que dar por finalizado este sistema, sería el 15 de agosto de 1971, con el discurso de Nixon.
¿CÓMO SE ENCUENTRA?
El oro se encuentra de manera natural, extendiéndose los depósitos por muchas partes del planeta, estando este material presente en la naturaleza en forma de metal, y encontrándose en sitios tales como sedimentos en las orillas de los ríos o en vetas y filones en la corteza terrestre y en muchas ocasiones incrustados en otros minerales.
Pero ¿cómo no?, también de forma artificial. Porque sí, se puede fabricar el oro en un laboratorio e incluso un tipo de oro que no existe de forma natural.
Evidentemente, no yendo más allá de lo puramente anecdótico debido a su alto coste, siendo muy poco rentables los métodos artificiales.
Y, si no queremos tener que picar en una mina, ni mancharnos de fango en un arroyo, ni pasar horas y horas en un laboratorio, se puede echar un vistazo a las subastas de piezas de oro.
Los humildes autores de este post, que además de escribir artículos de un más o menos dudoso interés, también nos dedicamos a otros menesteres.
¿ES SIEMPRE AMARILLO?
El oro es un elemento químico cuyo signo en la tabla periódica, como ya indicamos al comienzo, es Au, que proviene del latín “Aurum”, cuyo significado es resplandeciente o brillante.
Su color en estado natural es amarillo, pero el oro puro (24k) es demasiado blando para su uso en joyería, por lo que a menudo podremos ver oro de diferentes colores, que no son más que el resultado de mezclarlo con otros metales con superior dureza. Lo que no quiere decir que tengamos piezas de menor valía, ya que ello lo determinará principalmente el quilataje, es decir el porcentaje de oro en la mezcla.
A continuación, mostramos una relación de diferentes ejemplos de aleaciones de oro.
Las más habituales serían de oro amarillo y oro blanco:
Y otras también utilizadas en joyería, pero menos frecuentes:
EL ORO COMO MEDIO DE PAGO
Esencial función del oro, el cual a lo largo de la historia siempre ha sido considerado como un activo básico y apreciado por todos. Las diferentes civilizaciones, imperios, reinos, gobiernos, sistemas económicos… todos a lo largo de los años van cayendo y son sustituidos, pero la percepción general del oro como un valor reconocido se mantiene.
Y para que un activo pueda ser considerado como medio de pago la principal característica que debe cumplir es, precisamente, que sea globalmente reconocido, y no se nos ocurre otro que pueda desempeñar mejor esta función que el oro.
Y considerando también su compactibilidad, maleabilidad y que es fácilmente divisible, nos encontramos con que a lo largo de los siglos este noble metal ha sido utilizado para la acuñación de multitud de monedas desde las civilizaciones antiguas hasta nuestros tiempos.
Algunos ejemplos destacados de monedas de oro serían los antiguos estateros griegos, áureos romanos, los doblones del Imperio Español y, ya más recientemente, los ducados acuñados durante el desaparecido Imperio Austrohúngaro o, en la actualidad, los Krugerrand, de Sudáfrica o el American Eagle, de Estados Unidos.
OBTENCIÓN Y EXTRACCIÓN
Numerosas son las técnicas que a lo largo de la historia se han ido usando para disponer de esta maravilla de materia prima.
Si nos centramos en la extracción de este material del suelo, actividad denominada como minería de oro, las principales posiblemente sean la minería aluvial y la extracción en minas tanto en superficie como subterráneas.
En la minería aurífera aluvial se aprovecha la fuerza del agua para la extracción del oro de los diferentes depósitos aluviales acumulados en la arena y gravilla de ríos y playas.
Probablemente fuese la principal forma de extraer oro en la antigüedad. Por ejemplo, los romanos a gran escala y, posiblemente, los antiguos egipcios ya hacían uso de la misma.
Dentro de esta modalidad podríamos considerar una de las técnicas más populares de obtención, la del bateo del oro, donde con la ayuda de una bandeja o batea y, tras sumergirla en el agua de los ríos, se consiguen separar de la gravilla las pepitas de oro gracias a su mayor peso.
Sí, en efecto, es lo que estáis pensando, la técnica que en más de una ocasión hemos visto en el cine del género “Western”.
En la minería subterránea y en la abierta se extraen directamente las rocas y el oro incrustado en las mismas.
Posteriormente, las rocas deben ser trituradas y procesadas mediante diferentes procedimientos químicos en los que se separa el oro del resto de materiales.
Uno de los procesos más sencillos y usados llegados a este punto sería la cianuración, que, a grandes rasgos, podríamos decir que se trata de un método donde se aprovecha la facilidad del oro para disolverse en una solución acuosa de cianuro sódico o potásico. Método controvertido y que en la actualidad está en cuestionamiento por su alto coste medioambiental si los residuos no se tratan debidamente.
Actualmente, la extracción a gran escala en las minas abiertas es la principal forma de obtener oro.
¿DÓNDE ESTÁN LOS PRINCIPALES YACIMIENTOS?
A modo de curiosidad histórica diremos que en la antigüedad contábamos en la Hispania Romana con una de las principales explotaciones de oro de la época. Hablamos de la mina de las Médulas, en la comarca del Bierzo, en León, donde se calcula que los antiguos romanos llegaron a extraer más de 1 millón y medio de kilos de oro al año. Hoy convertido en un entorno paisajístico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Desgraciadamente, de los principales yacimientos de la actualidad, ninguno se encuentra ya en España.
Aquí van algunos, aunque no nos atrevemos a establecer un ranking fijo, puesto que los datos de extracción van fluctuando.
- Mina de oro de Muruntov, en Uzbekistán.
- La mina de Grasberg, en Indonesia.
- La mina Olimpiada, en Siberia, Rusia.
- South Deep, en Sudáfrica.
- Olympic Dam, en Australia.
ACTUALIDAD
La producción de oro a nivel mundial se ha ido tornando cada vez más diversa geográficamente, al contrario de lo que ocurría hace apenas medio siglo, siendo Sudáfrica históricamente el mayor productor de oro. Actualmente ha sido superado por otros países como China, Rusia o Australia.
Según datos del World Gold Council, una autoridad en la materia que engloba a las empresas líderes del mundo en extracción de oro, la producción a nivel global en 2022 se repartía de la siguiente forma:
En 2023, China mantuvo su liderazgo como el principal país productor de oro a nivel mundial.
Mientras tanto, la demanda de oro sigue aumentando, puesto que se sigue considerando una inversión rentable y, visto el panorama de conflictos geopolíticos y tensiones comerciales a nivel global, los analistas de esta entidad estiman que la demanda en 2024 se sostenga o incluso se incremente.
Para los más interesados, en World Gold Council podremos informarnos sobre datos y más datos de producciones mineras a nivel mundial, oferta, demanda, distribución, además de otra mucha información y curiosidades sobre el oro.
ANECDOTARIO POPULAR
Y, para concluir, un “pequeño” giro de guión con algunos ejemplos de frases curiosas relacionadas con el oro y como sinónimo de su trascendencia.
Tal es la importancia de este metal en la sociedad y en la cultura popular que su conexión con lo valioso, con lo relevante, se extiende a multitud de ámbitos.
La medalla de oro, el Balón de Oro, la Copa del Mundo de fútbol, los Óscar, “No es oro todo lo que reluce”, “Vale su peso en oro”, “No lo cambiaría ni por todo el oro del mundo”, “El tiempo es oro”, “Lo conserva como oro en paño”, etc, etc, etc.
MONTE DE PIEDAD DE CAIXABANK